Inestabilidad de los ligamentos del tobillo.
La terapia para la inestabilidad ligamentaria en el pie y la articulación del tobillo depende de la causa y del grado de severidad. En pacientes con rotura de ligamentos, un tratamiento por fases con una órtesis es indispensable.
Causas, síntomas y tratamiento.
En la articulación del tobillo se diferencia entre la articulación superior y la articulación inferior. Las articulaciones constan de las superficies articulares, el cartílago articular, el líquido articular, una cápsula articular y los ligamentos.
En el complejo articular del tobillo encontramos diferentes ligamentos. Estabilizan las articulaciones junto con los músculos que las cubren. Para la movilidad correcta de las articulaciones y la estabilización es imprescindible contar con una resistencia adecuada de los ligamentos.
Debido a factores congénitos o adquiridos, puede producirse un debilitamiento de los ligamentos (laxitud). A menudo, como consecuencia, esto provoca la inestabilidad de las articulaciones. En el caso de una hiperextensión o de una rotura de los ligamentos, se puede llegar a perder por completo la estabilidad de una articulación.
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Causas.
La causa de la inestabilidad en la articulación superior del tobillo puede ser un debilitamiento congénito o adquirido de los ligamentos con o sin la implicación de otras estructuras estabilizadoras (p. ej., cápsula articular, cartílago articular, menisco, estructuras musculares). Al torcerse el pie, con o sin fuerza externa, los ligamentos del tobillo se pueden hiperextender e incluso romper. Por lo general, la inestabilidad en el tobillo se caracteriza por el número de estructuras afectadas de los ligamentos. Cuantos más ligamentos se vean afectados, más inestable será el complejo articular del tobillo.
Síntomas.
Una inestabilidad se manifiesta en un primer momento por la inseguridad al caminar, que puede estar asociada a dolores y a crujidos al soportar una carga mayor. En caso de inestabilidad aguda debida, p. ej., a una rotura de los ligamentos, la zona afectada se inflama y cambia de color. Las lesiones graves duraderas y, en especial, no tratadas adecuadamente desencadenan a menudo una inestabilidad crónica, una artrosis, esto es, una degeneración acrecentada del cartílago articular.
Diagnóstico.
Si se confirma la presencia de una inestabilidad en el complejo articular del tobillo mediante una exploración manual, por ejemplo, la prueba de la inclinación del astrágalo, con frecuencia se realizan procedimientos de imagenología, como TRM, rayos X o ecografías.
Terapia.
Existen inestabilidades agudas y crónicas de la articulación del tobillo, que se tratan de manera diferente según su manejo clínico y su posibilidad de tratamiento. La terapia se orienta según la causa y el grado de severidad de la inestabilidad. Generalmente se realiza de manera conservadora, es decir, sin cirugía. En el tratamiento conservador, la fisioterapia y las órtesis estabilizadoras son el pilar principal de la terapia. En caso de inestabilidad por rotura de ligamentos, es indispensable una atención acorde a las fases de la cicatrización con una órtesis adaptada a cada etapa. Una atención insuficiente suele conducir a una inestabilidad crónica en el complejo articular del tobillo.
Volver a la vida cotidiana: en 3 pasos hasta la órtesis de Ottobock:
- Aquí encontrará un resumen de las órtesis y correajes que pueden ser adecuados para usted. Lleve consigo esta lista la próxima vez que acuda al médico.
- Consulte a su médico cuál de las órtesis es la más adecuada para su cuadro clínico. Seguidamente, su médico le extenderá una receta para la órtesis correspondiente.
- Acuda con la receta a una ortopedia. Allí recibirá su nueva órtesis después de haberse adaptado con precisión a sus medidas corporales.