Ayleen vive con una lesión de médula espinal y puede caminar gracias a sus C-Braces. En días duros o viajes largos, prefiere su silla de ruedas. Sus escapadas favoritas son viajes para practicar snorkel, donde la sensación de ligereza hace que olvide las barreras y se sienta totalmente libre. Viajar es su pasión, pero a veces eso viene con preocupación: llamar a las aerolíneas para proporcionar los detalles de la silla de ruedas, solo para descubrir después que está llena de arañazos o daños, o tener que confiar en la asistencia del tren que se puede retrasar o cancelar en el último momento. A pesar de estos retos, Ayleen ha encontrado formas para poder viajar y utiliza sus redes sociales para crear conciencia, ayudando a otros a sentirse vistos y menos solos.

Zainab es una modelo internacional, reconocida en medios y mujer de negocios que se mueve con confianza utilizando su prótesis de pierna. No obstante, viajar no siempre es sencillo. Ella está familiarizada con la frustración de ser tratada como un riesgo para la seguridad, rigurosas revisiones o peticiones de quitarse la pierna protésica. Los cambios de puerta de embarque o andén en el último momento que obligan a gastar un extra de energía y que a menudo no se percibe. Con el propósito de aceptar su camino, Zainab elige conjuntos para celebrar su prótesis y no para ocultarla. Ella se ha adaptado, pero espera una mayor concientización y empatía del mundo.

Davide es un atleta paralímpico que conoce cómo abrirse camino en los límites tanto dentro como fuera de la pista. Viviendo con prótesis de brazo y de pierna, está familiarizado con la vulnerabilidad que puede conllevar el viajar, la preocupación de que todo vaya bien desde los controles de seguridad hasta superar elevadores averiados. A diario, la tecnología (como pantallas táctiles o check-ins automáticos) puede volverse un obstáculo inesperado, haciendo que tareas simples sean unos retos agotadores. Lo que algunos ven como leves inconvenientes, para Davide son unas cuantas carreras más que debe correr.

¿Sabes que solo en EE. UU. se pierden o dañan cada año más de 12.000 sillas de ruedas en viajes en avión? Para muchos viajeros con discapacidad una silla de ruedas rota no es solo un inconveniente, puede ser la diferencia entre poder realizar un viaje o tener que cancelarlo, incluso pasar la noche en el aeropuerto.

Un estudio de la National Disability Authority descubrió que hasta un 50 % de las habitaciones de hotel que estaban calificadas como "accesibles" no cumplían los estándares básicos de accesibilidad, dejando a los viajeros con discapacidad en una situación difícil.

Papeleo interminable: ya sea para solicitar asistencia de viaje, organizar el envío de la silla de ruedas o proporcionar información detallada sobre las prótesis añade estrés y retrasos a los viajeros con discapacidad. Una asistencia lenta y poco fiable en aeropuertos, estaciones de trenes y hoteles hace que viajes sencillos se conviertan en retos muy frustrantes.

Ya sea en taxis, servicios de transporte privado o transporte público, los viajeros con discapacidad a menudo se enfrentan a largos tiempos de espera o, incluso ningún servicio en absoluto. Los vehículos accesibles son limitados y algunos conductores incluso cancelan los viajes cuando ven que los usuarios viajan con silla de ruedas o necesitan más asistencia, dejando a los viajeros desamparados.

Tours por la naturaleza, playas, rutas de senderismo o los paseos en barco raramente están adaptados para personas con problemas de movilidad. Esto excluye a muchos viajeros de explorar las atracciones naturales, especialmente si no se tienen en cuenta el terreno, la falta de equipo adaptativo o las preocupaciones por la seguridad.