De una manera extraña y única, la pérdida de extremidades me ha llevado a donde estoy hoy. Cuando era niño, mi padre tuvo un grave accidente de motocicleta. Después de muchos intentos fallidos de salvarle la pierna, decidieron amputarle. Vi pasar por los altibajos de aceptar su nueva vida como un amputado. Sus luchas me animaron a unirme al campo y hacer de mi misión servir a la comunidad amputada. Estoy más allá agradecido de trabajar en la industria protésica y para una empresa que se esfuerza por mejorar la vida de aquellos con pérdida de extremidades / diferencias de extremidades."

Nuestro gato, Blue, se cayó por una ventana un verano y estábamos bastante seguros de que se había roto la pierna. Una vez en el veterinario, descubrimos que también tenía displasia de cadera. Después de la cirugía, nos dijeron que había una buena posibilidad de que experimentara problemas más adelante en la vida. Más tarde llegó bastante rápido, cuando un año después de la cirugía, Blue cayó por las escaleras y se rompió la pierna de nuevo. El veterinario trató de echarlo durante varias semanas, después de lo cual descubrimos que su pierna no sanaba en absoluto. Se nos dio la opción de hacer otra cirugía o amputación costosa. Definitivamente no fue una decisión fácil, pero el veterinario dijo que estaría bien en tres piernas además que habría una buena posibilidad de que continuara teniendo problemas con su pierna si no le amputábamos. Las primeras semanas después de la cirugía fueron un poco difíciles, pero Blue ahora está viviendo su mejor vida corriendo y saltando por ahí incluso mejor que antes. Acababa de empezar a trabajar en Ottobock cuando todo esto sucedió y aunque Blue es un gato y no usa una protésica, me hizo darme cuenta aún más del impacto que tenemos con lo que hacemos aquí en Ottobock!"